Todo el mundo sabe que en caso de incendio está prohibido utilizar el ascensor. Los motivos son obvios pero, aunque resulte sorprendente, mucha gente desconoce o no se ha parado a pensar el porqué de esta prohibición.
Cuando un edificio comienza a arder, muchas personas creen que utilizar el ascensor es lo más conveniente ya que permite bajar de forma rápida pero esta apreciación es equívoca.
En caso de incendio, las probabilidades de que se corte el suministro eléctrico son muy elevadas y eso hace que el ascensor deje de funcionar. O bien se corta o bien lo cortan los bomberos para evitar cualquier tipo de explosión. Si huir de un edificio en llamas es un horror imagínense quedarse atrapado en una cabina mientras la estructura arde. También hay que tener en cuenta que es uno de los puntos que más dificultan el acceso de los bomberos, por lo que el rescate rozaría lo imposible.
Otro de los motivos por los que está prohibido su uso es el humo que puede intoxicar a la persona que se ha quedado atrapada. Así pues, lo mejor es tranquilizarse y bajar por las escaleras siempre que sea posible. Si no lo es dado que las llamas o el humo taponen las salidas, se debería subir a la azotea para facilitar el trabajo a los bomberos y para respirar aire limpio.
Aunque cada vez los ascensores evolucionan más hasta el punto de que hay modelos que siguen funcionando en caso de corte del suministro eléctrico, es recomendable, siempre que sea posible, utilizar las escaleras.